Perdonar queridos mi pequeña ausencia, un cambio de casa tiene la culpa y más todavía los problemas que estoy teniendo para poner internet… esto de coger una casa de en un pueblo es lo que tiene.
Hoy he puesto la televisión y me he vuelto a maravillar de como una persona casi sin cultura se ha vuelto a reinventar para sacar dinero y ser un personaje imprescindible en nuestros hogares. Si señores. Yo veo de todo en la tele, desde documentales de la 2 a programas basura como “Sálvame” o “GH” pasando por porno o mi querido/odiado Dragó. Pero hoy Belén Esteban me ha llamado especialmente la atención; todas las semanas nos cuenta un capítulo de su vida con una mala siempre de fondo, un calzonazos y una niña inocente.. y todas las semanas el share de Telecinco no deja de aumentar gracias a las peripecias de esta curiosa mujer de San Blas.
El fenómeno de la Esteban es como los documentales pero a la inversa… la mayoría aseguran que no la ven, pero es un valor de seguridad de ventas cuando sale en portada de interviú o en cualquiera de las revistas del colorín que habitan nuestros quioscos. Una gran parte de la gente (sobre todo esos que van de “supercultos” y que aseguran que ni siquiera encienden la tele en su casa) dicen odiarla, parecerla una caradura y una señora que ha sabido aprovechar un polvo con un torero que tiene nombre de niña… pero luego no pueden separarse del televisor cuando, por alguna razón, intenta explicarse cerrando los ojos o mirando hacia el techo mientras cuenta como su ex no ve apenas a su hija o como “la Campa” hace declaraciones en la “cadena triste”.
Odiarla si queréis, nombrarla madre coraje o caradura. Llamarla vividora o defensora, nariz “to comia” o la princesa del pueblo… pero hemos de admitir que es un fenómeno televisivo, casi social, que pasará a los recuerdos de los más pequeños de la casa como si fuese mis queridos Miliki y Rita Irasema. Buenas noches o días o tardes. Ah!! mi nueva casa es preciosa!!!
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